Un hombre y una mujer
lejos del mundo
pronunciándose en cada estrella,
construyendo el lenguaje de sus nombres
bajo la luna.
Un hombre y una mujer,
como ángeles y demonios,
enlazados en el horizonte de sus
cinturas
bebiéndose el tiempo ágil de las miradas.
Abarcándose,
a fuego lento,
desde la intersección de sus células
hasta el calor rojizo de los huesos.
Un hombre y una mujer
amarrándose desde los párpados ,
abriéndose al delirio de amapolas
en el dulce laberinto de perlas y
humedades .